domingo, 31 de octubre de 2010

Llamemos a las cosas por su nombre: no estás obes@, estás gord@.

Hoy el post va sobre la importancia de llamar a las cosas por su nombre. En el PJ del mes de Septiembre, había un artículo que hablaba de que para que la gente tome conciencia de las cosas, hay que empezar a evitar los eufemismos y a llamar a los rellenitos, con sobrepeso gordos.
Este sábado me he cruzado con muchas personas con exceso de peso por la calle y esto me ha hecho cavilar sobre el post de hoy. La obesidad es una enfermedad no adquirida, por ende, evitable en muchos casos entonces, ¿qué hacemos?.
De repente a nuestro hombre de Alcañiz se le ha ocurrido una idea muy aplicable. El tabaco es un producto que está altamente gravado con impuestos y el tabaquismo es una enfermedad que cuesta muchísimos recursos sanitarios a la sociedad de muchas formas posibles. El estado entiende que cobrando a los usuarios que voluntariamente deciden fumar, la sociedad, en cierta forma, recibe de vuelta o sufraga parte de ese gasto.
De la misma manera, y siguiendo este razonamiento, existen alimentos elaborados o no, que facilitan o favorecen el sobrepeso. El hecho de hacer una dieta equilibrada, ayuda en buena medida a no engordar. Si la comida basura es la comida que se compra porque es más económica y provoca un sobrepeso en la población, porqué no podemos aumentar los impuestos en un 100% sobre ella y además, siendo consecuente, reducir al 0% la comida saludable (Verduras, carne y pescado fresco, aceite de oliva virgen extra, ...).
Sin duda, sería una manera de llamar la atención y de incentivar a la población sobre la importancia de comer sano, ya que una vez toque rascarse el bolsillo y con el menú de hamburguesa y patatas fritas al doble de precio, muchos preferirán comerse un platito de espárragos a la plancha o unas judías con jamón y por qué no, un buen plato de pasta con trufa de Sarrión para los más sibaritas. ¿Cuántos de vosotros ha comido "guarro" en la última semana? Hablamos de porquerías: patatas fritas, chucherías, fritangas... tal como se indicaba en la entrevista publicada al Dr. José Antonio Signo, experto en medicina familiar, psicosomática y antiestrés"Nuestro gen no se ha adaptado al siglo XXIen La vanguardia con fecha del miércoles 27 de Octubre, las zonas longevas del planeta, donde hay menos cáncer y patologías cardiovasculares y el índice de obesidad es el más bajo. Cerdeña (Italia), Loma Linda (California) y Nicoya (Costa Rica).

Añade el autor que la clave es mantener el índice glucémico: comer cinco veces al día, porque si te baja el azúcar, la grasa que ingieres va directa a la barriga. Es patológico más de 102 de perímetro de abdomen en varones y 88 en hembras independientemente del peso y la talla. El desorden horario afecta a la inmunidad, la masa muscular, favorece el envejecimiento precoz y disminuye el crecimiento en niños.

Nos quedamos con la reflexión y pedimos vuestra opinión: ¿Qué pensáis de subir los impuestos al 100% en comida basura y del 0% en comida sana? ¿Seríamos así más sanos?

2 comentarios:

  1. La verdad que haciendo cuentas sale más caro comer sano que comer 'comida basura'. La reduccióndel precio de la comida sana ayudaría a que se llevara una vida más equilibrada, sobretodo en familias de bajo poder adquisitivo. Pero dónde realmente hay que hacer hincapié es en la educación, que muchos casos es totalmente inexistente.

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  2. Hola Vane, totalmente de acuerdo con tu comentario, pero seguramente la gente sea más sensible a la subida del precio de la comida basura que a la educación... somos así de simples.

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